A la hora de preparar un menú para una dieta de adelgazamiento (siempre con el consejo de un profesional) debemos tener muy en cuenta no solo que los alimentos sean sanos, sino también que sacien, algo que muchos olvidan. El hambre es lo que nos hace comer, ni más ni menos, y atajar ese sentimiento en el estómago es indispensable para evitar las tentaciones de picar entre horas o de comer más cantidad de lo debido.
De ahí que cuando estamos preparando un menú para adelgazar, es de suma importancia incluir comidas y alimentos que puedan saciarnos mucho. Se trata de alimentos que no tienen apenas un aporte calórico importante, y a su vez, sí que acaban con esa hambre que podemos sentir. Esto nos permite comer un poco más de estos alimentos, o utilizarlos como alternativas cuando queramos picar algo entre horas (siempre sin pasarse).
Aquí te presentamos a los cinco mejores alimentos con bajo aporte calórico que nos logran saciar por completo:
- Cerezas: Son conocidas como la “superfruta” porque contiene una gran cantidad de minerales y vitaminas. Su alto contenido en agua también hace que nuestro estómago se sacie antes, y su aporte calórico es mínimo, por lo que es un alimento perfecto para merendar, desayunar o picar algo.
- Sopa: Existen miles de opciones para disfrutar de una sopa riquísima, con mucho fundamento y sobre todo, muy sana. Evitaremos añadirle mucha sal o condimentos, para que el aporte calórico siga siendo bajo. Es uno de los alimentos que más sacia a nuestro organismo.
- Avena: Perfecta para el desayuno, este cereal nos da un aporte tremendo en vitaminas, minerales y sobre todo energía a corto plazo, saciándonos como pocos alimentos lo hacen, y además, sin aportar muchas calorías.
- Patatas asadas: Llenan mucho nuestro estómago y al ser asadas mantienen un aporte calórico muy bajo, permitiéndonos disfrutar además de una comida riquísima.
- Frutos secos: Siempre en su justa medida, sin pasarnos demasiado, los frutos secos son el snack perfecto para saciar el hambre sin que eso signifique poner kilos de más. Algunos, como las avellanas o los pistachos, suponen además un aporte de minerales imprescindible para nuestro organismo.