Después de hacer ejercicio, ya sea un ejercicio cardio o más suave, hay que estirar. Es uno de los momentos más claves del entrenamiento, no sólo por qué estirando evitamos que nos lesionemos el músculo, sino porque, además, ayuda a que lo tengamos cada vez más flexible y podamos realizar el entrenamiento deportivo mejor las próximas veces; pero los estiramientos también hacen que el músculo se pueda recuperar más rápidos en los siguientes días que hagamos ejercicio.
Aunque parece muy obvio el estirar después de entrenar, no todo el mundo lo hace. Incluso hay muchas personas que sí estiran que no lo hacen bien, lo que impide que nuestro músculo haga las funciones que antes te hemos comentado.
Si quieres acreditar que sabes estirar bien, o buscar cómo hacerlo de una mejor forma, nosotros te vamos a dar unos consejos de cómo estirar después de entrenar.
Para estirar el cuelo, muévelo hacia delante y atrás con mucho cuidado; y después con la mano derecha, empuja con suavidad desde el lado izquierdo, y lo mismo con el otro lado del cuello. El cuello es una parte muy delicada de nuestro cuerpo, por lo que tanto al estirar como al hacer el ejercicio tienes que tener mucho cuidado.
Para estirar el tríceps, tienes que tirar del codo hacia abajo; en cuanto al bíceps, pon los brazos hacia detrás intentando unir las manos por la espalda.
Si lo que quieres estirar son los abdominales, lo más cómodo es tumbarse en el suelo y estirar piernas y brazos, de este modo se abrirá el músculo abdominal.
En cuanto a la parte inferior del cuerpo, si lo que necesitas es estirar el gemelo, hay dos opciones. Una de las opciones es apoyar la puntera del pie en una pared e intentar acercarse; y la segunda de las opciones es sentarse en el suelo con las piernas abiertas e intentar tocarse la puntera.