La Navidad es una época entrañable para estar con la familia, para reunirse con los seres queridos, para disfrutar de la compañía de los tuyos, de los regalos, de la magia de una época así… y de comidas abundantes que en muchos casos pueden echar por tierra el esfuerzo del resto del año para no conseguir esos kilos de más que tanto nos preocupan. Porque no son solo las grandes cenas y almuerzos, es también el hecho de que en estas fiestas se bebe bastante alcohol, lo que hace que también tengamos más opciones para engordar.
Es casi inevitable subir de peso en estas fiestas, porque está claro que si no es por las cenas, será por los bombones, mantecados o dulces propios de la época, o por el propio alcohol de los días importantes. Además, con toda la actividad familiar que tenemos, es mucho más complicado seguir una rutina de ejercicio para rebajar todo eso que podamos estar cogiendo. Sin embargo, existen fórmulas para no pasarnos demasiado y mantener nuestro peso medianamente controlado en estas navidades:
- Mantener las cinco ingestas diarias: Aunque en muchas ocasiones queramos guardarnos para el gran festín de la cena, pasar de alguna de las cinco comidas imprescindibles puede suponer un riesgo porque no hará atiborrarnos demasiado.
- Una vez en las cenas y almuerzos importantes, no pienses en «comer más para aprovechar el menú». Opta por los platos que comerías normalmente y no trates de comer más porque sí. Al final, la digestión lo nota.
- Sabemos que el alcohol suele ser protagonista de estas fiestas, pero como siempre, bebe con moderación, nunca en ayunas y desde luego no pruebes una gota si vas a conducir.
- Trata de seguir con un ejercicio moderado para no perder la forma durante las fiestas. No saldrás todos los días, pero al menos sí un par de veces en semana.
- Cuidado con seguir semanas alimentándote de todo lo que ha sobrado en las Navidades, porque lo único que consigues con ello es dejar de lado la buena alimentación.
