Bajar de peso y tener una bonita figura no debe ser la única razón que nos debe llevar a realizar una dieta sana. De hecho, lo que entendemos por dieta no es más que una alimentación saludable, la base de lo que cualquiera de nosotros debería comer. Por eso, aunque algunos entiendan que la dieta DASH no es para ellos al no sufrir de hipertensión, esta dieta puede servir muchísimo para cualquier tipo de personas, especialmente si tienen la tensión alta, por supuesto.
Fue creada por el propio Instituto de Salud de Estados Unidos y ha sido probada científicamente como eficaz para combatir los primeros síntomas de hipertensión. Es una dieta bastante variada en la que encontramos prácticamente todo tipo de alimentos, aunque se prima la ingesta de fruta, como veremos a continuación. También hay una importante cantidad de verduras, e incluso lácteos, eso sí, siempre bajos en grasas, lo que hace de esta dieta una de las más interesantes para todo aquel que no se lleve bien con los «regímenes» de solo un tipo de comida.
Esta podría ser perfectamente la distribución de la dieta DASH a lo largo de un día:
- Desayuno: sandwich de pavo y tomate, té verde, café o zumo de naranja natural, una pieza de fruta.
- Aperitivo a media mañana: una pieza de fruta, como manzana o piña.
- Comida: ensalada de lechuga y tomate, lomo asado, arroz integral con frijoles.
- Merienda: Pieza de fruta, pan integral con mermelada light, palitos de zanahoria.
- Cena: atún o salmón ahumado, ensalada de tomate, mejillones, gelatina light.
Como puedes comprobar hay gran variedad de productos y sabores, todos ellos sanos, para que nuestra alimentación no tenga excesos de ningún tipo. Las grasas saturadas y los azúcares desaparecen casi por completo, y esto servirá también para ayudarnos a bajar de peso, a la vez que mantenemos a raya el problema de la hipertensión.
