La anemia es una enfermedad que cada vez afecta a más personas incluso en países desarrollados, donde se supone que gracias a la alimentación y el modo de vida existente no debería de darse una enfermedad así. Se trata de la poca cantidad de glóbulos rojos en sangre, originada por una mala alimentación, por el estrés, o también por la falta de suficiente hemoglobina en los propios glóbulos rojos. Por fortuna, tiene una sencilla solución.
Llevar una dieta rica en proteínas y minerales es una de las formas más rápidas y efectivas de frenar la anemia. El hierro es un mineral imprescindible en este proceso, así que una buena dieta rica en este mineral será muy aconsejable. Podemos encontrar hierro en las legumbres o los frutos secos, pero el más conveniente para luchar contra la anemia, por su mejor absorción, es el de origen animal, que encontraremos en carnes rojas, pescados como la lubina o el rape y sobre todo, en mariscos y crustáceos.
Si la anemia continúa o puede ser más grave de lo que parecía en un principio, podemos optar también por acudir a los suplementos vitamínicos como apoyo a la dieta que llevamos, consiguiendo unos mejores resultados.
