Aunque todavía se discuta sobre la validez de ese mito que implica beber al menos dos litros de agua al día, lo cierto es que el agua, siempre que esté en buenas condiciones, es un alimento de esos que no pueden faltar en ninguna dieta. A veces solo la tomamos cuando tenemos verdadera sed, o por la noche, al irnos a la cama. Sin embargo, mucha gente vería un cambio brutal en su vida con el simple hecho de cambiar el refresco o la cerveza por agua en las comidas….Seguir leyendo