Cuando llega la temporada invernal, y con ella el frío extremo, nuestras manos suelen pasarlo bastante mal. Y no es casualidad, ya que son una de las partes de nuestro cuerpo que más expuestas están a los agentes externos. Podemos abrigarnos todo lo que queramos, pero las manos se enfriarán enseguida. Y si no las cuidamos corremos el riesgo de que se agrieten, con el daño que eso produce. Lo mejor es ponernos guantes siempre que tengamos ocasión. Evidentemente no podemos estar con los guantes todo el día, sobre todo…Seguir leyendo