Son una de las consecuencias naturales del ejercicio físico pero aun así, sufrirlas puede llevarnos a dejar incluso de hacer deporte, por las molestias que nos provocan. Es complicado realizar una sesión intensa un día, y al siguiente no tener agujetas. Estas se producen, de hecho, cuando obligamos a nuestro cuerpo a un esfuerzo extremo, y suelen ser síntoma de que lo hemos hecho bien. Sin embargo, eso tampoco significa que debamos sufrir siempre de agujetas cuando hacemos deporte. Al someter a ese estrés tan extremo a nuestras fibras, en…Seguir leyendo