Qué hacer si sufrimos de agujetas

Casi nunca falla. Realizamos un ejercicio intenso, salimos a correr o sencillamente vamos al gimnasio después de un tiempo, y al día siguiente ahí están, las tan temidas agujetas, esos pinzamientos musculares, localizados sobre todo en las piernas, que nos provocan unas intensas molestias y en muchos casos nos impiden entrenar al día siguiente. Hay quien afirma que lo mejor es seguir entrenando, y otros que ni siquiera lo contemplan, porque les es imposible. ¿Qué es lo más recomendable cuando tenemos agujetas?

Según los expertos, las agujetas se producen por las microroturas de nuestros músculos, en respuesta a un ejercicio especialmente intenso al que no estamos acostumbrados. Eso hace que el dolor aparezca a las pocas horas, y puede tardar en desaparecer, sobre todo si nos quedamos quietos y no nos activamos. Así es, lo más recomendable en caso de sufrir estas agujetas es seguir entrenando, tal vez no a la misma intensidad, pero sobre todo, no quedarnos quietos, porque entonces el cuerpo no se acostumbrará a esa acción y será el cuento de nunca acabar.

Si las molestias por las agujetas son demasiado intensas siempre podemos ponernos cremas especiales en la zona afectada, e incluso hielo, que suele ser una manera bastante efectiva de bajar la inflamación Así rebajaremos el dolor para poder seguir haciendo ejercicio y no quedarnos parados, lo cuál sí que sería muy perjudicial.

Qué hacer cuando se tiene intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es una dolencia que se identifica en aquellas personas que son incapaces de digerir y metabolizar correctamente la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra en los productos lácteos y sus derivados. Es un problema que cada vez afecta a más gente, aunque muchas veces es detectado cuando más avanzado está, al ser complicado de descubrir como causa de nuestros problemas de estómago, por ejemplo.

Si hemos sido diagnosticados con dicha enfermedad, el médico nos recetará unas pastillas y nos pedirá que consumamos lo menos posible esos productos lácteos. ¿Significa esto que ya no podremos tomar más leche, yogures o queso? En principio no debería ser así. La intolerancia a la lactosa también tiene grados, y si se ataja a tiempo, no tiene porque llegar a ser muy grave. La toma de las pastillas especiales ayuda a frenar su avance, e incluso nos permite tomar pequeñas cantidades de lácteos sin sufrir demasiado. 

La intolerancia a la lactosa podría considerarse como una enfermedad crónica aunque con un buen tratamiento y sin abusar de los lácteos, el problema estaría casi atajado por completo, ya que no nos afecta demasiado en nuestra vida cotidiana.