¿Son recomendables los guisos en verano?

Las altas temperaturas veraniegas pueden suponer un problema en muchos aspectos de nuestra vida rutinaria. La mayoría tratan de sobrellevarlas con ventiladores o aires acondicionados, siendo estos últimos perjudiciales para nuestra garganta en muchos casos. El trabajo al aire libre a ciertas horas se hace insoportable por el calor. La piel se reseca, debemos hidratarnos más a menudo, e incluso cuidar más nuestra alimentación. ¿Hay que limitar la ingesta de guisos y platos de cuchara?

Muchos piensan que, al ser estos guisos platos muy calientes, no son precisamente adecuados para el verano. Sin embargo, estos guisos suelen ser muy nutritivos y, permitiendo que su temperatura baje un poco, son perfectamente accesibles también durante los meses estivales. Las lentejas, los garbanzos o o el tofu al curry con espinacas son opciones perfectas por todo lo que aportan, y por lo bien que sientan tras una jornada de duro trabajo.

Lo único que debemos tener en cuenta es que la digestión de este tipo de platos suele ser más pesada, así que una buena siesta será el remedio para sobrellevar mejor la tarde. Por supuesto, tampoco debemos olvidarnos de la sopa fría de cuchareo más deliciosa para el verano, el gazpacho, que puede ser tomada igualmente como salmorejo si le añadimos un poco más de densidad.

El cuidado de la piel en verano

No hay duda de que el verano es una época muy esperada para muchos. Las vacaciones, el calor, el buen tiempo, la piscina, las cenas hasta tarde con los amigos… Sin embargo, las temperaturas extremas pueden llegar a ser un problema para esas personas que no se hidratan lo suficiente. Lo mismo ocurre con la radiación solar, que puede provocar graves daños en nuestra piel si no tomamos las precauciones adecuadas.

A estas alturas todos sabemos que quedarnos al sol con altas radiaciones UV puede ser muy perjudicial. La propia piel nos advierte, quemándose y tornándose roja, con todo lo que eso implica. El problema se puede agravar hasta padecer melanoma y cáncer de piel. Para evitarlo, nos protegeremos correctamente con cremas solares de alta acción, por encima del factor 30. Así mismo, nos hidrataremos tanto bebiendo como duchándonos o lavándonos el cuerpo de forma habitual.

La alimentación también tiene mucho que ver con el cuidado de la piel. De hecho, comer verduras y hortalizas durante verano puede hacernos tener una piel mucho menos grasa, más tersa y protegida. No podemos olvidarnos tampoco de las cremas hidratantes tanto por la mañana como por las tardes. Y a la hora de usar desodorantes y otros productos sobre la piel, lo haremos con mesura, para evitar irritaciones indeseadas.

¿Es bueno sudar mucho cuando hacemos ejercicio?

Cuando llegan los meses estivales es normal que bajemos la intensidad e incluso el número de entrenos, debido a las altas temperaturas. Y es que no es lo mismo hacer ejercicio a 15 grados que a 30, incluso cuando estamos en un gimnasio climatizado. Si salimos a correr o lo hacemos al aire libre, la diferencia se nota aún más. Buscaremos las horas más frescas para seguir nuestra rutina, pero tendremos que ir preparados para sudar incluso más de lo habitual.

Para muchos, la sudoración es un síntoma de que estamos haciendo bien el trabajo. Y está claro que en circunstancias normales lo es. De hecho, los expertos argumentan que la sudoración durante el ejercicio supone un síntoma claro de que estamos quemando calorías. Pero no debemos guiarnos solo por esto, puesto que tampoco es lo único que debemos tener en consideración. Por ejemplo, sudar demasiado haciendo ejercicio en verano puede ser peligroso, si no estamos preparados y convenientemente hidratados.

La sudoración es normal durante un ejercicio físico intenso, pero debemos evitar que nos provoque problemas. Por ejemplo, utilizar una cinta para el pelo, evitando así que el sudor caiga sobre los ojos y nos moleste. Utilizar también un desodorante deportivo para evitar los malos olores tampoco vendrá mal. Y en cuanto terminemos el ejercicio, directos a la ducha, para quitarnos esa pegajosa sensación de encima. Conclusión: sudar está bien, pero tampoco debemos proponernos el salir empapados para quedar satisfechos con nuestra rutina.

Precauciones y consejos al hacer ejercicio en verano

La época estival, protagonizada por las altas temperaturas y el sol de justicia, supone para muchos un descanso en las actividades físicas, especialmente cuando se trata de salir a correr a la calle. Y es que el calor es un enemigo peligroso cuando se trata de hacer ejercicio, sobre todo si no tomamos las medidas pertinentes para evitar problemas mayores. ¿Hemos de dejar de ejercitarnos en verano? Ni mucho menos, pero hay que tomar ciertas precauciones.

Por ejemplo, no salir nunca en las horas centrales del día, cuando el sol está más alto y su luz es más directa. Las temperaturas también serán mayores en este momento, y podemos llegar a sufrir una insolación o un golpe de calor si realizamos un esfuerzo físico importante. Lo mejor es salir a primera hora de la mañana o a última de la tarde, incluso ya por la noche, aprovechando que los días son más largos. No debemos olvidarnos de llevar siempre una botella de agua para rehidratarnos, ya que sudaremos mucho al hacer ejercicio en verano. También podemos tirar de bebidas isotónicas, que suelen ser muy útiles para reponer minerales.

Otra recomendación imprescindible es ponernos crema solar si vamos a salir cuando todavía sea de día, incluso a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Los rayos del sol pueden ser muy peligrosos si no tenemos protección sobre nuestra piel. Así mismo, escoger la ropa adecuada será imprescindible para sentirnos más cómodos. Debe ser ancha, transpirable y a poder ser, de colores claros, para que reflecte la luz en lugar de absorberla. El ejercicio físico siempre está recomendado, pero hemos de tomarlo con calma. Si nos sentimos demasiado fatigados o con mucha calor, es mejor parar.

 

Sandía, una refrescante y deliciosa fruta veraniega que no puede faltar en nuestra dieta

Llega el verano, llega el calor y las altas temperaturas, y lo único que queremos es comer cosas frescas que nos quiten de encima ese bochorno con el que tenemos que trajinar todo el día. Bebemos refrescos y bebidas frías, tomamos helado… pero de hecho, la solución más refrescante y sobre todo saludable, es la fruta. Podemos escoger entre una gran variedad de frutas veraniegas, pero para nosotros la mejor alternativa siempre será la sandía.

Una fruta muy típica del verano, y que además gusta a todo el mundo por su sabor tan especial. Su gran cantidad de agua nos refresca y sirve además para rebajar su aporte calórico, así que podremos comerla sin pensar en si vamos a engordar o no. Es una fruta exquisita y también muy saludable, llena de antioxidantes, y de minerales como el potasio y el magnesio. La sandía nos aporta, como otras frutas, un punto de azúcar en forma de fructosa que también ayuda a mantenernos con los niveles de azúcar en sangre apropiados en una época complicada como es el verano, con las altas temperaturas.

Buena para la tensión y para el sistema cardiovascular, con una sola tajada de sandía la mayoría quedan ya saciados, y esa es otra gran ventaja, ya que nos hace dejar a un lado el hambre que pudiéramos tener. Como ves, todos son beneficios a la hora de incluir la sandía como alternativa dentro de la dieta.

Las precauciones al echarnos gel hidroalcohólico para tomar el sol en verano

Después de lo ocurrido con la gran epidemia del Covid-19, muchos ya se veían sin verano este año. Por fortuna, la epidemia parece haber remitido al menos lo suficiente como para poder ir a la playa o tomar el sol en la piscina, siempre con la protección adecuada. Las medidas de seguridad se siguen tomando para evitar nuevos brotes, manteniendo la distancia en la playa, llevando la mascarilla en lugares con aglomeraciones y también utilizando el gel hidroalcohólico para limpiar y desinfectar nuestras manos. Esto, sin embargo, puede ser un alma de doble filo a la hora de tomar el sol.

Y es que como su propio nombre indica, este gel contiene un tanto por cierto importante de alcohol, para matar a las bacterias que podamos tener en nuestras manos. Al restregarnos dicho gel estamos protegiéndonos ante esa amenaza, pero si justo después nos ponemos a tomar el sol, el peligro es otro, y viene justo desde arriba. Los rayos ultravioletas pueden ser más fuertes en las zonas donde haya gel hidroalcohólico, hasta el punto de generar quemaduras que pueden ser importantes si no tomamos las precauciones pertinentes.

Los expertos han apuntado a la alternativa del agua con jabón, igualmente eficiente pero más segura frente a los rayos del sol, para evitar problemas secundarios. Además, han advertido de que este año hay que tener más cuidado del habitual con nuestra piel al tomar el sol, ya que nuestros niveles de melanina están más bajos, por haber pasado muchas semanas sin salir. La precaución debe ser total al tomar el sol este año para evitar quemaduras y problemas de piel.

Consejos para adelgazar durante el verano

Para algunos, los meses previos a junio se convierten en una verdadera carrera para bajar de peso y lucir el cuerpo más esbelto posible en la playa y en la piscina. La tan cacareada operación bikini casi nunca sale bien, porque se basa simplemente en perder mucho peso en poco tiempo, algo que luego tendrá consecuencia como el efecto rebote durante el verano, cuando volveremos a ganar esos kilos de nuevo. ¿Hay alguna manera de adelgazar o al menos mantener nuestro peso en verano? Aquí te damos algunos consejos sencillos y eficaces:

  • Beber mucha agua, que es algo imprescindible para la hidratación del cuerpo, pero también para eliminar todo lo que nos sobra, un diurético natural.
  • Preparar las comidas al vapor, asadas o a la plancha, evitando así lo frito, que por culpa del aceite suele tener muchas más calorías y grasas saturadas.
  • Beber un vaso de agua antes de almorzar y uno de té antes de cenar para tener la sensación de estar más llenos.
  • Tratar de mantener el hábito de las comidas a la misma hora, evitando así comer demasiado darte todos los días.
  • Tener siempre fruta a mano para disponer de ella cuando tengamos hambre, como un aperitivo mucho más saludable.

Arroz con leche, uno de los postres más delicioso para el verano

Es uno de los postres típicos que más gustan a todos, a pesar de ser muy diferente a lo que solemos tomar por aquí después de comer. El arroz con leche es un plato perfecto en el verano porque se puede tomar frío y es muy sencillo de preparar. Solo necesitamos unos 200 gramos de arroz (redondo o bomba), un litro de leche, 100 gramos de azúcar, una cáscara de limón y dos ramas de canela, que son indispensables para darle ese toque especial.

Colocaremos en una olla toda la leche, el azúcar, la canela y la cáscara de limón, que también puede cambiarse por una de naranja. En el recipiente se hará todo a fuego lento, es decir, debemos dejarlo hasta que empiece a hervir, a burbujear. Mientras tanto, podemos colocar el arroz en un colador para removerlo y conseguir que el almidón se reduzca y así tengamos menos peligro de que el arroz se pegue. Una vez lo tengamos listo, lo echaremos en la olla con la leche hirviendo, aunque bajaremos la temperatura a fuego suave.

Debemos remover a menudo el arroz para conseguir que no se pegue mientras va cogiendo la leche. Hay quien lo prefiere más caldoso y otros más secos, así que cuando esté a tu gusto, solo tienes que retirar la olla del fuego y dejarlo reposar. Puedes adornarlo antes de servirlo con un poco de canela o de azúcar moreno, para darle un toque aún más dulce.

Batidos naturales para disfrutar al máximo del verano

No hay nada mejor como comer/beber algo bien fresquito en verano, para quitarnos de encima el insoportable calor que sufrimos, y de paso, alimentarnos de una manera saludable. Los batidos naturales, preparados por nosotros mismos, son alternativas maravillosas a la hora de disfrutar de un buen verano. El truco está en saber prepararlos con los ingredientes adecuados para que no sean solo deliciosos, sino también muy sanos.

Para darle sabor, la fruta y las verduras son lo mejor. Desde la típica naranja o la fresa hasta la zanahoria, los arándanos y las espinacas, las opciones son infinitas. A eso le añadiremos leche desnatada de vaca, o incluso leche de almendras o soja, más saludable. Para hacer algo más espeso el batido podemos añadir también yogurt natural, y si es griego, mejor que mejor. Por último, si queremos endulzarlo un poco más, utilizaremos una pizca de canela o unas gotas de miel, para no pasarnos de calorías.

Este tipo de batidos naturales son muy fáciles y rápidos de preparar, y al tomarlos bien fríos nos ofrecen no solo un refrigerio contra el calor, sino también protección para nuestra salud, por sus propiedades antioxidantes, hidratantes, etc… Tener fruta y verdura fresca siempre en la nevera nos ayudará a conseguir este objetivo.

Cómo evitar los resfriados por el aire acondicionado

El verano hace que las temperaturas suban de manera considerable, especialmente en el sur de nuestro país, donde muchos días es imposible soportar los cerca de 40 grados que suelen darse sin hacer uso de ventiladores o aires acondicionados. Sin embargo, esta costumbre puede llegar a ser también nociva para nuestra salud, ya que la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior con los aires acondicionados puede ser tan grande que nos provoque resfriados y catarros.

Es algo común ver a gente constipada en pleno julio o agosto por culpa de este proceso. No estamos diciendo que haya que quitar el aire acondicionado, porque en muchos casos se hace imprescindible, pero sí hemos de tener en cuenta la temperatura justa a la quede estar. Los expertos confirman que una habitación a 24 o 25 grados ya es lo suficientemente fresca como para estar a gusto, al menos durante las horas del día. El problema llega cuando el aire acondicionado se pone por debajo de los 20 º y crea esa sensación de «frío» artificial.

Ese es el punto más importante para evitar este tipo de catarros y resfriados veraniegos. Además, trataremos de equilibrar un poco el cambio de temperatura cuando salgamos afuera, apagando el aire unos diez minutos antes de salir a la calle con temperaturas más altas. Seguiremos llevando una dieta rica y variada para que nuestro cuerpo se mantenga fuerte y si vemos a algún compañero que ya ha caído en el catarro, guardaremos las distancias todo lo posible para no caer nosotros también.