Uno de los puntos fundamentales a la hora de perder peso o simplemente de mantener una vida sana es alejarse lo máximo posible del sedentarismo y hacer ejercicio, para tonificar nuestro cuerpo, para mantenernos en forma y porque nos trae muchísimos beneficios. Claro que para muchos no es fácil, ya que no disponen de todo el tiempo que quisieran, llevan mucho sin practicar ningún deporte y ni siquiera saben por donde empezar…
Dependiendo de lo que busquemos, debemos centrarnos en un tipo de ejercicio u otro. Lo más común es encontrarse a personas con sobrepeso que llevan tiempo sin realizar ninguna actividad física y quieren ponerse en forma. Para eso, lo primero es bajar esos kilos de más, ya que son una carga literal a la hora de realizar cualquier ejercicio que realicemos. Así que se puede empezar por salir simplemente a caminar y poco a poco ir aumentando el ritmo de nuestros paseos.
Podemos probar también con la bicicleta, llevando un ritmo moderado, y con otros deportes en los que podamos ajustar el ritmo a lo que deseamos, como la natación o el jogging. De esta manera, a la vez que perdemos peso por el esfuerzo, ganaremos también forma física para poder afrontar mayores retos a la hora de hacer deporte.
Se recomienda que, si empezamos desde cero o llevamos mucho tiempo sin practicar ninguna actividad física, esta se limite a tres sesiones a la semana como mucho, a una intensidad moderada. Con el tiempo se pueden aumentar las sesiones y el ritmo de las mismas, según nos veamos preparados.
