Una de las primeras cosas que hay que evitar cuando intentamos bajar de peso es seguir tomando azúcar, tanto en su forma granulada como en la bollería industrial, que la lleva en exceso. Muchos son los que lo intentan, sin éxito, porque son incapaces de tomarse por ejemplo un café sin añadirle algún edulcorante. El azúcar es el más común, aunque existen otros, como la sacarosa o la stevia. Sin embargo, por encima de todos ellos está la miel, que cuenta con un mayor aporte vitamínico.
De hecho, si estás buscando al mejor sustitutivo para el azúcar procesado, seguramente debas quedarte con la propia miel, ya que no solo tiene un aporte de vitaminas y minerales mucho mayor que el del azúcar, sino que además su contenido de glucosa es menor, y como su capacidad para endulzar es aún mayor que la del propio azúcar, no necesitarás echar tanta para que tu café te quede perfecto, a tu gusto. Es una opción más natural que conlleva muchas ventajas, como ya estás viendo.
La miel puede servirnos además para tratar ciertos males como el resfriado o el dolor de garganta, mezclándola con zumo de limón, por ejemplo. Es un alimento mucho más nutritivo que el azúcar procesado y endulza de la misma forma, así que como alternativa no tiene precio.