Parece que en los últimos tiempos, el salir un par de veces a la semana a trotar durante algunos kilómetros ya te convierte en runner, y cualquier corredor se piensa que puede hacer carreras de muchos más kilómetros de los que suele hacer en su rutina de ejercicio semanal. Las carreras populares, de distintas distancias, abundan hoy en día en todo el país. Algunas, como los maratones, acogen a cientos de nuevos participantes, deseosos de cumplir ese sueño de todo corredor: terminar una maratón.
Sin embargo, la proliferación de corredores ha traído también un alarmante número de problemas en estas carreras, ya que algunos de ellos han sufrido infartos o colapsos al tratar de alcanzar la meta en distancias demasiado grandes para lo que sus cuerpos podían soportar. Está claro que una maratón no es algo que pueda completar cualquiera, y mucho menos sin haberla preparado correctamente.
Necesitamos entrenar muchísimo y con mucho tiempo entre medias para preparar nuestra primera maratón. Por supuesto, antes de probar con la prueba reina, haremos carreras populares más cortas, de 10, 20 kms, y conforme vayamos terminándolas con facilidad, podremos pensar en correr una maratón, pero nunca antes, y mucho menos si llevamos tan solo un año corriendo y nuestra forma física no es la adecuada. El maratón es una de las pruebas más duras que existen, y necesita una preparación muy especial.
Ya no solo a nivel de entrenamiento, sino también a nivel psicológico, para saber como ir dosificando nuestras fuerzas y no quedarnos sin fuelle a la mitad, o también a nivel de alimentación, para ingerir los alimentos correctos antes de cada carrera, aquellos que nos permitan tener la energía suficiente para correr, pero sin llenarnos demasiado, algo totalmente inadecuado si vamos a correr. La preparación de una maratón suele requerir meses, y es mejor estar bien preparado para correrlas y así evitar cualquier tipo de posible problema.