Para los deportistas, lo más duro que les puede pasar es que les dé un calambre muscular. Incluso si no somos deportistas, seguro que también hemos sufrido uno de ellos en alguna parte del cuerpo este incontrolado dolor.
Los calambres son, simplemente, una pérdida de líquidos y minerales en el músculo al sudar demasiado. No sólo te pueden dar por hacer ejercicio, sino que también pueden ocurrir por sufrir vómitos o problemas estomacales. También pueden ocurrir por hacer un ejercicio excesivo con el músculo o al que no está acostumbrado, y permanecer mucho tiempo en esa posición. En otras ocasiones, los calambres son debido a enfermedades, como anemia, falta de vitaminas o artritis.
Ante las molestias de los calambres, existen unos remedios caseros, que contaremos a continuación.
El primer remedio es dar un masaje en dirección contraria de donde se extiende el dolor, de este modo el músculo se relaja cediendo el dolor.
El segundo remedio es aplicar calor. Lo más común es con una manta eléctrica, pero también puedes conseguir sensación que calor en el músculo dando un pequeño masaje con aceite de esencias como eucalipto o romero. Además también se puede envolver la zona con una venda o paño para que conserve el calor, pero sin apretar.
El tercer remedio es tomar dos veces al día una infusión en la que esté disueltas de ocho a diez gotas de té de laurel.
Pero el remedio más eficaz es estirar bien los músculos en el calentamiento antes de hacer ejercicio; además de beber el agua que nuestro cuerpo necesita acorde con el tiempo en el que nos encontremos.