La miel, un remedio natural para proteger nuestro sistema digestivo

La miel es un producto muy bien conocido por todos, gracias especialmente a su capacidad endulzante, a esa manera en la que consigue dotar de ese sabor único y delicioso a cualquier cosa que se le añada. Muchos la toman con el café, como alternativa al azúcar, ya que el fin y al cabo es un gran edulcorante. Sin embargo, la miel posee también propiedades muy beneficiosas para nuestro organismo, y una de las más importantes es la protección que ofrece a nuestro sistema digestivo.

Tomar miel por la mañana o por la tarde, en forma de infusión por ejemplo, no solo nos hará quitarnos la sensación de hambre de encima, sino que además servirá para proteger nuestro sistema digestivo, reforzarlo y conseguir que la siguiente digestión que tengamos que pasar sea mucho más liviana, especialmente cuando hay productos que nos suelen sentar mal o repetirnos. La miel protege a nuestro estómago con sus antioxidantes y proteínas, para conseguir que la digestión sea mucho menos pesada.

Se trata de un digestivo cien por cien natural y tremendamente efectivo, que puedes encontrar en cualquier tienda o supermercado, ya que hoy por hoy la miel es un alimento muy común. Con el café, con una infusión o incluso para preparar salsas o ensaladas, sus beneficios son más que evidentes y por eso la miel debería estar presente en tu dieta habitual.

¿Es la miel el sustitutivo perfecto del azúcar?

Una de las primeras cosas que hay que evitar cuando intentamos bajar de peso es seguir tomando azúcar, tanto en su forma granulada como en la bollería industrial, que la lleva en exceso. Muchos son los que lo intentan, sin éxito, porque son incapaces de tomarse por ejemplo un café sin añadirle algún edulcorante. El azúcar es el más común, aunque existen otros, como la sacarosa o la stevia. Sin embargo, por encima de todos ellos está la miel, que cuenta con un mayor aporte vitamínico.

De hecho, si estás buscando al mejor sustitutivo para el azúcar procesado, seguramente debas quedarte con la propia miel, ya que no solo tiene un aporte de vitaminas y minerales mucho mayor que el del azúcar, sino que además su contenido de glucosa es menor, y como su capacidad para endulzar es aún mayor que la del propio azúcar, no necesitarás echar tanta para que tu café te quede perfecto, a tu gusto. Es una opción más natural que conlleva muchas ventajas, como ya estás viendo.

La miel puede servirnos además para tratar ciertos males como el resfriado o el dolor de garganta, mezclándola con zumo de limón, por ejemplo. Es un alimento mucho más nutritivo que el azúcar procesado y endulza de la misma forma, así que como alternativa no tiene precio.