Pese al calentamiento y a todas las técnicas que hacemos para evitar las lesiones, puede darse la circunstancia por cualquier motivo que un día haciendo deporte tengamos un mal día y suframos una lesión, ya sea muscular o de hueso, en la pierna o en el brazo.
En el caso de una lesión en el brazo, muñeca u hombro, no conlleva más misterio que la sujeción del brazo para que esté inmóvil pudiendo hacer una vida más o menos normal, pero cuando el problema lo tenemos en la pierna, en la rodilla, el tobillo o el pie, ya necesitamos una ayuda extra para poder movernos en casa y por la calle. Por esto los médicos nos da muletas para ayudarnos.
El caminar con muletas no es nada fácil, aunque a primera vista parece que no tenga mayor misterio. Se debe tener en cuenta ciertos factores para que la pierna buena y los brazos no terminen lesionados con sobrecarga. Te vamos a dar unos trucos para andar con muletas y hacer que el tiempo de la lesión sea más llevadero.
Altura
Lo más importante a la hora de usar muletas es adecuar la altura de la muleta a tu propia altura. Las muletas tienen un regulador en la parte exterior con el que, mediante unos agujeros, se selecciona la altura que deben tener. El brazo debe estar estirado, pero los codos flexionados para poder hacer el juego del salto.
El cuerpo recto
Para andar bien con muletas es muy importante tener el cuerpo recto, es decir, cuando te estés moviendo con las muletas no te encorves ni mires al suelo o a los pies; mira al frente. Si no estiramos la espalda terminarán por dolernos las cervicales y los riñones.
Manos
Para que en las manos no te salgan ampollas, te recomendamos que pongas vendas en el mango de la muleta o uses guantes de bicicleta, los cuales tienen gel y no resbalan.