Se ha convertido en una alternativa magnífica para aquellos intolerantes a la lactosa, o simplemente para los que quieren probar algo diferente a la leche de animal. La leche de soja ha demostrado ser un alimento sano y saludable, pero como todo, también tiene su parte negativa. Y es que eso de encontrar un «superalimento perfecto» es prácticamente imposible.
Entre las cosas buenas, la leche de soja aporta nutrientes, vitaminas y mucha fibra, así como muy pocas calorías, algo que la diferencia de la leche de vaca, por ejemplo. Su sabor es más dulzón y eso también puede ser un punto a su favor. Además, es rica en ácidos grasos omega 3 de origen vegetal, muy necesarios para nuestro organismo.
Pero también posee defectos, y es que la leche de soja no contiene algunas vitaminas esenciales, como la A, que bien se pueden conseguir por otra parte, por supuesto. La diferencia más alarmante, sin embargo, viene con el calcio, ya que el aporte de este mineral es muy pequeño en la leche de soja, pero es una de las principales razones para tomar leche de vaca.