La garganta es una de las partes más delicadas de nuestro cuerpo, y aunque pocas veces lo tenemos en cuenta, debemos cuidarla de una manera especial para no irritarla, porque de lo contrario podría traernos muchos problemas. Especialmente en épocas con frío, como la de ahora, cuidarse la garganta es primordial para no sufrir determinadas infecciones que pueden ser más peligrosas de lo que pensamos si las dejamos crecer a su aire.
Debemos abrigarnos bien y evitar forzar la voz para que nuestra garganta no se irrite. Sin embargo, a veces no podemos evitar el caer en ese problema por más que nos abriguemos y cuidemos nuestra voz. La garganta es muy frágil y cualquier cosa puede dañarla. Una vez irritada, ¿qué podemos hacer para aliviar ese dolor tan agudo que tenemos, que incluso nos impide tragar con normalidad? Lo mejor es seguir bien abrigados para evitar coger más frío, beber sopas y bebidas calientes y no forzar la voz, porque eso podría dañarla más.
Existen remedios caseros muy usados para aliviar el dolor de garganta, como el hacer gárgaras de agua con un poco de sal, que nos ayudará a aliviar ese dolor, o también con algo de limón recién exprimido, que viene muy bien para la irritación de garganta. Mejor comer alimentos calientes, aunque no demasiado, puesto que eso también podría dañar nuestra garganta.
Otro de los consejos más usuales es colocarnos una compresa empapada en agua caliente sobre nuestro cuelo, en contacto directo con la garganta. Esto dará más calor a esa zona y permitirá que de dilate para que pueda curarse más rápidamente. Hay que estar pendientes de cómo evoluciona ese dolor de garganta, puesto que podría ser algo más que inflamación y convertirse en un principio de faringitis. Si el problema persiste, debemos acudir a nuestro médico habitual para que sopese la situación y nos mande los medicamentos adecuados para tratar el problema.
